Diciembre 2021
Ruta de autor 4/5
por Zaida Trallero

Del Soho al fresquet d’en Toni

Esta ruta podría comenzar en otro lugar y en otro tiempo. En una fiesta. En el edificio de la 80 Wooster Street, situado en el barrio del SoHo de Nueva York, un 29 de junio de 1971. Jonas Mekas grababa el acontecimiento. Lxs invitadxs eran artistas y participaban de la dumpling party organizada por George Maciunas. La mayoría de lxs presentes se instalaron en esa zona durante la década de los 60, llegadxs de todas partes y buscando un lugar donde vivir y trabajar. El SoHo les ofrecía la posibilidad de vivir barato y trabajar en espacios amplios. De esta forma, fueron ocupando los edificios que se habían vaciado de maquinaria industrial por la desindustrialización de la ciudad. Décadas anteriores, el distrito había aglutinado un gran número de talleres y almacenes que poco a poco fueron desapareciendo, quedando pocas imprentas que se obstinaron en permanecer.

Lxs primerxs artistas que se instalaron adecentaron el lugar, y el barrio recuperó la vivacidad de otras épocas. Pronto se crearon espacios compartidos para residir y trabajar. Unx de lxs artistas más activos fue Maciunas con su proyecto Fluxhouse, que transformó el SoHo e ideó las residencias cooperativas. También fue determinante en la decisión de la comisión de planificación urbanística para designar parte del barrio como área de residencia de artistas. Esa “vida de loft”1 en la que sucedían las exposiciones, fiestas, performance… empezó a ser deseable no solo para lxs artistas, sino para lxs galeristas, coleccionistas, etcétera, que la veían como una forma “divertida” de romper con los convencionalismos de la época. En poco tiempo se convirtió en la zona con más galerías de la ciudad acomodando los alquileres y los servicios a los nuevxs colonizadores y, por tanto, desplazando a lxs artistas a otros barrios más económicos y más alejados del centro.

1 Sharon Zunkin citada por Martha Rosler en Clase cultural. Arte y gentrificación, Buenos Aires, Caja Negra Editora, 2010.

Performance de Trisha Brown, residente en el edificio 80 Wooster, en el que realizó sus primeros trabajos, com Man Walking Down the Side of a Building.

Hago un salto temporal y espacial. Me encuentro en Poblenou. Un barrio postindustrial de Barcelona con un recorrido algo parecido al SoHo. En los años 80 y 90 llegaron artistas que formaron asociaciones y convivieron en talleres de trabajo y vivienda ubicados en los espacios abandonados por la industria en la década de los 70. La Escocesa, antigua fábrica textil, y actual centro de producción y pensamiento, da cuenta de ello siguiendo un modelo comunitario y asambleario, herencia de lxs primeros artistas que se instalaron ahí. Pero Poblenou ha sido reconvertido en barrio @, cuya transformación ha supuesto la destrucción del tejido económico y social. Ya no hay espacio para artistas que quieran establecer su lugar de trabajo. Pueden, eso sí, hacer residencias o estudiar en el barrio, pero no trabajar. Y trabajar es lo que buscan la mayoría de lxs artistas que, por ejemplo, finalizan su beca de producción en Hangar, centro de producción e investigación de Artes Visuales. A pesar de que muchxs, tras la experiencia de Hangar, sienten la necesidad de continuar con la misma dinámica colectiva en un espacio de trabajo compartido, para otrxs la razón es puramente económica.

Vista desde La Escocesa, Poblenou.

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Ocho paradas y diez minutos es lo que se tarda en metro del centro a la periferia. He llegado a Santa Eulàlia, el barrio “amable” de L’Hospitalet. El más cercano a Barcelona junto a Collblanc. Hace ya unos años que ese recorrido es frecuentado por artistas que han instalado su espacio de trabajo o su vivienda en esa zona u otras cercanas. Algunxs llegaron tras su paso por Hangar desplazados de la Barcelona que no ofrece espacios asequibles, espacioso, luminoso…  y encontraron, en esa zona sud del municipio, una arqueología de época industrial fácil de reconvertir con sus propios recursos. La comunidad artística crece en L’H; artistas llegados del boca-oreja, galeristas, diseñadores… A cada nuevo advenimiento le merodea el fantasma de la gentrificación. Porque se sabe que el/la artista es un agente “pasivo” en los procesos de revitalización de un barrio, ya que su estilo de vida puede atraer a una clase “creativa” más adinerada, y los promotores inmobiliarios mercantilizan su presencia.

Edifici Freixas fotografía de Nevenka Pavic

Si nos acercamos al Edifici Freixas, lugar en el que conviven pequeña industria y estudios de artistas llegados hace muchos más años, veremos que la promoción cercana de viviendas usa el nombre de Arts (artes) como reclamo. Pero, por ahora, el colonizador del barrio es clase media que ha sufrido la turistificación de Barcelona y son atraídos a L’H por las nuevas construcciones “luxury” y “económicas” (en comparación) más que por el contexto artístico. Un contexto artístico en el que los talleres compartidos son asociaciones culturales (en muchos de los casos) que, mediante la autogestión, organizan exposiciones y actividades alternativas que generan nuevos itinerarios frente a la oferta institucional y comercial que ofrece la ciudad vecina. Algunos ejemplos: FASE con actividades como Glutamato Session, Encuentros en la tercera fase… Dracul·la con exposiciones como PASTICHE; trama34 con Meta Monumental Market, A.F.FAIR y Solitaria; La Infinita, con propuestas festivas y performances; ARXIU/AM y galerías con programación más arriesgada, dibujan un panorama atractivo para un Distrito Cultural que nació como plan urbanístico de L’Hospitalet, en una zona determinada, y que todavía hoy sigue redefiniéndose.

 

Mientras tanto, de camino al TPK, fundado por artistas autodidactas en los años 80, me paro a tomar unas cañas en El Fresquet d’en Toni, donde perdura esa buena tradición de las primeras olas migratorias que llegaron a la ciudad en los años 50: con una caña te regalan una tapa rica y abundante.

Vista tomada desde el taller del artista Carles Gabarró del perímetro inicial del Distrito Cultural de La H.

Vista del Meta Monumental Market, evento organizado por Trama34, L’Hospitalet.

Del Soho al fresquet d’en Toni recoge apuntes de una investigación previa Artistas y Districte Cultural. Posibilidades, implicaciones y compromisos versus la gentrificación. Caso de estudio L’Hospitalet de Llobregat becada por el Museo de Historia de L’Hospitalet de Llobregat en el año 2020.

Ruta Graf con Ruta de autor. Texto de Zaida Trallero, que trabaja en el ámbito de la curaduría y la gestión.

Esta ruta forma parte de una serie de cinco en las que participan otras cuatro artistas. Ruta de autor ha seleccionado cuatro trabajos que abordan las periferias de Barcelona: las infraestructuras de Internet (Mario Santamaría), el jardín colonial (Agustín Ortiz Herrera), la gentrificación artística (Zaida Trallero) y el presente sin casa (Leonor Urdaneta). Os invitamos a leer, caminar y seguir atentos.