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Nov. 2022
Ruta Xarxaprod 5/5
por Graf

Cierta Falta de Coherencia

 

Temas para tratar, y que puedan tocar a unos u otros proyectos de XarxaProd, hay muchos pero hemos escogido 4 y hemos convocado a 4 personas que sabíamos que llevándolos a su terreno le sacarían la punta necesaria. Porque si un texto no pincha, si no sirve para provocar un saltito de la silla a aquellas que producimos y consumimos, para qué darle luz. Pues si producimos, coordinamos, gestionamos en este ámbito dúctil de las prácticas contemporáneas, es para repensar constantemente el cómo y alejarnos de la quietud. Imaginarnos un contexto inquieto, vibrante. Borrar para siempre aquello que hemos escuchado mil veces de «es que las cosas se llevan haciendo así mucho tiempo», «así es como se viene haciendo», «es que aquí hay un protocolo que no podemos alterar».

En el día a día de GRAF, nos vemos y cruzamos con agentes dedicadas y preocupadas por añadir la tarea de repensar el trabajo que desarrollan de forma habitual. A considerarse en relación a otras. Estos 4 ejes surgen de cada una de estas múltiples conversaciones, del diálogo con las personas a quienes hemos invitado a escribir (tanto las que han podido participar y las que no), con el entorno de Xarxaprod y también en el seno de GRAF. Quizás os reconoceréis en algunas frases o ideas de este texto. Gracias por compartir abiertamente vuestra experiencia en forma de reflexión con nosotras. El resultado, no son tanto 4 temas sino la colección de esas innumerables cuestiones que se agrupan y despliegan muchos textos posibles dirigidos a cualquiera que se quiera acercar, para la propia comunidad, pero sobre todo hacia los propios espacios, como una herramienta de reflexión, de reflejo con estas líneas.

Algunas de las preguntas en forma resumida serían:

– ¿Son los espacios de producción desde un contexto rural los idóneos para reflexionar sobre temáticas contemporáneas? ¿Cuáles serían?

– ¿Qué significa ofrecer una residencia artística? ¿Qué función cumple, cuáles son sus diferentes formas y cuáles son los rasgos que pueden definirlas? ¿Qué líneas rojas podríamos dibujar?

– ¿Cómo es posible conjugar la práctica contemporánea con la creación de públicos o un trabajo de proximidad con el contexto? ¿Podríamos hablar de una devolución social? ¿Deberían los espacios de producción estar obligadas a cumplir este objetivo?

– Un espacio de producción se dedica esencialmente al acompañamiento o facilitación de recursos y herramientas para la creación artística en sus distintas fases, disciplinas o modalidades. ¿Cómo se conjuga este propósito con la idea, necesidad y/u obligación en la generación de eventos? Temporalidad y sobreproducción
 
 
Por último este texto se propone, no tanto como un resumen o un cierre, sino que entre líneas se ha ido elaborando un quinto tema: si el contexto de las prácticas artísticas contemporáneas, su tejido, se sustenta en la vida y su mutabilidad, qué sentido tiene etiquetar y forzar las definiciones. Y porqué no pensar que cada uno de los proyectos y espacios de Xarxaprod (y otros que no están) surgen y se desenvuelven en su propio enclave geográfico, político y social, con sus necesidades y sus idiosincrasias.

Posterior a la redacción de los textos, el ejercicio conceptual con los espacios ha sido simple, repartir y asociar a cada “tema” una serie de espacios de Xarxaprod, en un mapa, que bien podrían haber sido combinados de otras múltiples formas y de los que hubieran surgido rutas distintas. Pero que la mera unión hace explícito de forma reactiva, nuevos nodos de pensamiento.

El hecho de la existencia de una red como XarxaProd, que agrupa una serie de proyectos de distinta índole, escala y alcance y ambición y color y doblez y…, que no sirva para uniformar sino para que, cada una en sus particularidades, se hagan especialistas. Porque no todos los espacios tienen que tener obligatoriamente una residencia o espacios de trabajo o acoger a artistas y curadoras, colectivos y proyectos culturales y/o empresariales… no tienen que tener todas convocatorias con 20 modalidades para cada single disciplina predefinida.

Podría haber existido un comedor de la casa familiar de unx artista que se utilizaba como espacio de trabajo para otrx artista, que hacía una estancia en el mismo lugar durante un mes, y servía de lugar de intercambio con artistas locales y, después de ese periodo, el mismo espacio se transformaba en lugar de presentación -normalmente de performance- a la que solía venir bastante gente y curiosamente un grupo de vecinas del barrio que los jueves quedaban para ir a ver exposiciones y que no se perdían una.

Podría haber existido un garage mohoso, en las medianías de un río en una zona semindustrial, a una hora de cualquier núcleo urbano importante, que un grupo informe de personas con algunas inquietudes culturales y artísticas decidieron alquilar a bajo precio y que se utilizó para muchas cosas distintas, las más habituales eran de cineclub, local de ensayo y conciertos, que al cabo del tiempo muchas de esas personas se fueron desvinculando del espacio, menos dos de ellas que empezaron a pedir alguna subvención hasta que se ha convertido en el centro cultural de esa pequeña población al que se acude de manera indiscriminada cuando no se sabe que hacer.

También podría haber existido un lugar paradisíaco para retirarse durante un breve espacio de tiempo con todas las facilidades y la soledad a un módico precio. Eso sí, hay líneas rojas. No puede ser un abandono total donde nadie explique las condiciones de la residencia y que haya que ir descubriéndolo todo. No puede ser que nadie haya pensado de antemano las necesidades de una persona que va a dar uso a un lugar que no es su hábitat habitual por geografía o cultura. No puede ser que el espacio reclame tantas gestiones que esto impida poder trabajar en la propuesta por la que has sido convocada. No puede ser que lx artista con el pago del “alquiler del espacio” costee a la estructura, aunque haya artistas que tengan el dinero para pagarlo. Entonces, y aquí me contradigo, no se puede llamar centro de producción a un negocio. Son algunos ejemplos posibles de muchos tipos de prácticas con mejor voluntad y algunas con peor capacidad empática.

Uma Certa Falta de Coerência podría ser y es un espacio en Porto dirigido por André Sousa y Mauro Cerqueira que carece de las condiciones de blanquitud habituales de una galería pero que ofrece otros tiempos, unas compañías, otras relaciones, y un conocimiento en carne e intrínseco de lo que es hacer arte. Aunque algunas lo saben, muchas veces se olvida que es un proceso complejo, muy duro, frágil, que precisa de los marcos adecuados para poder desarrollarse. Les tomamos prestado el nombre para el título, como lema para poner en valor lo genuino, en lugar de seguir uniformando.
 
 
 

Texto de GRAF.

Este mes de noviembre han tenido lugar las jornadas de puertas abiertas de la Xarxa d’Espais de Producció i Creació de Catalunya (Xarxaprod), durante las cuales diversas entidades que forman parte han abierto sus puertas, organizando actividades para dar a conocer sus espacios y contextos. Desde GRAF nos sumamos con la producción de cinco Rutas GRAF que en esta ocasión se concretan en textos de reflexión que profundizan en varias temáticas vinculadas a los centros de la red, desde la mirada de cinco agentes del arte y otros ámbitos: mafe moscoso (trabaja en entornos entre escritura, etnografía y arte), Helen Torres (socióloga, traductora y educadora), Bárbara Sánchez Barroso (artista, feminista y amante de los libros), Rita Andreu (comisaria, gestora cultural y realizadora audiovisual) y el equipo GRAF. En cada Ruta vinculamos uno de los textos con un grupo de espacios de Xarxaprod, sugiriendo afinidades entre ellos.