Una sesión videográfica a cargo de l’Observatorio de Video No Identificado que establece reflexiones y paralelismos sobre euforias, vértigos y pérdidas inducidas por el espejismo mediático y sus inercias. Los tiempos incipientes de la primera televisión y la expansión sin fin de lo artificial hacia terrenos desconocidos o perfectamente sabidos. El ambiente mediático como laberinto sin salida de la mirada humana, intimidades gestionadas por mecanismos herméticos sin posibilidad de respuesta, el punto de no retorno de sinergias que nunca tuvieron lugar:
“Hoy, la generación que ha aprendido más palabras de una máquina que de la voz de su madre, o de otro ser humano, se ha formado en un entorno físico y psíquico cada vez más intolerable. La comunicación de esta generación casi solo se ha desarrollado en un ambiente tecno inmersivo cuya consistencia es puramente semiótica”. (Bifo)
«Miles de pequeños ojos» alude a la idea de muchas miradas. Si antes este concepto hacía referencia a la pluralidad de visones como apertura de posibilidades y como alternativa a tendencias dominantes, ahora este término habla de la presencia indiscreta y continua de artefactos cibernéticos siempre atentos a nuestra mirada y a la escucha del movimiento de nuestro ser. Dispersiones en remotos perfiles algorítmicos, redundancias cautivas en flujos de datos sin fin, imaginaciones consumidas y un rayo de luz anunciando una grieta en lo real.
– La historia de la televisión
– La Barcelona 2030
– Experiencia
– Fuera de la nube
