Presentación del proyecto “Fractura” a cargo de sus autoras, las artistas Azahara Cerezo y Mayte Gómez. Se trata de una experiencia inmersiva que aborda las especificidades del propio medio, es decir, se trata de una pieza que reflexiona sobre la tecnología desde la propia tecnología, indagando en la importancia que tienen las interfaces y dispositivos tecnológicos en la nuestra cotidianidad y las implicaciones materiales de estos entornos supuestamente «virtuales».
Oculus Quest 2 es el dispositivo de Realidad Virtual más vendido y popular en la actualidad. Propiedad de la gran empresa Meta (antes Facebook), Oculus Quest 2 ofrece una experiencia inmersiva para dos ojos, dos oídos, un cuerpo. Mientras nos sumergimos en mundos virtuales, el aparato monitoriza y escanea continuamente el espacio que nos rodea y nuestros movimientos mediante 4 cámaras de infrarrojos integradas y 2 controladores con múltiples acelerómetros y giroscopios. Sin embargo, el funcionamiento del propio dispositivo, así como las lógicas comerciales que se esconden detrás de las estéticas minimalistas de Silicon Valley y la idea de inmersión que ofrece la realidad virtual se extienden mucho más allá del momento presente. En relación con estos aspectos, Jonathan Crary afirma que “para comprender las formas en las que escuchamos, miramos o nos concentramos es necesario indagar en sus resonancias históricas”.
«Fractura» es un ensayo inmersivo desarrollado por Azahara Cerezo y Mayte Gómez Molina y producido por Cultural Rizoma.
