La cohesión es el rechazo a imponer jerarquías, a otorgar importancia y a privilegiar un momento o una escena sobre otra. Art Larson
El deshilachado trazo del pincel en contacto con una superficie blanca y brillante provoca, en el transcurso de una observación minuciosa, juegos sugerentes de luces y sombras…
Este trabajo con tinta china, intenta alejarse de un discurso sin fisuras de dos preguntas tópicas: ¿esto qué es?, ¿esto qué significa? La experiencia es para quien lo mira. Cada uno de los dibujos podría evocar tótems hermanados por fuerzas invisibles, fondos de cuevas iluminados por luz cenital, escenarios de profunda lejanía con montanas erosionadas por el viento… Todo vale y surge como por encanto.
Cada dibujo es una realidad autónoma donde se ordenan las formas y sus tonalidades. Predomina el silencio, heredero de las composiciones orientales, en buena parte porque la tinta es escandalosa y con poco le basta. Silencio, también como generador del vacío en contra del orden jerárquico, en contra de la estática de la gravedad y de la serenidad de la simetría.
La muestra pretende despertar la reflexión sobre los efectos de la pincelada intuitiva y la contemplación de la impronta de la mancha resultante como forma de expresión dentro del infinito abanico de las tonalidades del negro. El reto está en atreverse a exponer la síntesis más significativa y dejar que el observador saque sus propias conclusiones.
Suspendidos en el tiempo quedan las mil gamas cromáticas de la acuarela y los pliegos encantadores del grabado. Ahora, el gesto provoca un trazo negro, roto, imperfecto.
