«Los años setenta fueron una época de gran intensidad en el trabajo y también de una gran radicalidad en los planteamientos pictóricos. Es cuando comienzo a pintar con asiduidad y cuando las energías me liberan de los miedos y de las dificultades que cualquier inicio supone.»
«(…) Empezar por los elementos más simples. Reducir el color al blanco y negro. Horizontales y verticales. La diagonal que aparece con frecuencia en mi trabajo es una línea imaginaria entre dos verticales que, de manera progresiva, se va incorporando a mi léxico. Trabajaba con procedimientos serigráficos por su inmediatez y por la posibilidad de multiplicación y sustracción de nuevos elementos a los resultados anteriores. Los pequeños desplazamientos de una misma pauta o grafía con ligeras variaciones cromáticas constituían un motivo y un interés que se hará más y más elocuente a medida que el trabajo avanza. Aparecen las seriaciones y las variaciones y, en consecuencia, los desdoblamientos, las multiplicaciones, las sumas y las restas, las pautas, la escala… En definitiva, una gramática básica que tendrá un notable protagonismo en mi trabajo posterior.»
*Citas extraídas del texto «Converses. Joaquim Chancho i Teresa Blanch» publicado en Joaquim Chancho. Prospectiva 1973-2003, Tecla Sala, L’Hospitalet de Llobregat, 2005.
