La exposición propone un recorrido extenso por el trabajo desarrollado por Jordi Colomer desde finales de los años ochenta hasta la actualidad a través de múltiples formatos: esculturas, collages, instalaciones, fotografía, vídeo y acciones en vivo. La mayor parte de los trabajos son producciones realizadas en contextos concretos por ciudades de todo el mundo. Algunas propuestas ponen a prueba la porosidad del museo. Lo que acontece en el interior de las salas a menudo reverbera en el exterior y regresa con nuevos aportes.
Se trata de una aproximación al trabajo de Colomer partiendo de su dimensión escénica, donde lo ilusorio y lo real confluyen en un continuo vaivén. En la impureza propia de la teatralidad, la ficción adquiere una dimensión real mediante las acciones de sus personajes y en la materialidad de su puesta en escena. Por medio de esta ambivalencia, la fabulación deviene política al afirmar que podemos discutir la vida colectiva mientras se imagina y entretanto se realiza, como si se tratara de una auténtica prefiguración: aquella modalidad de acción directa que ensaya posibilidades en tiempo real y en lugares concretos.
