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Febrero 2021
por Quim Pujol

Ladrillos y lentejuelas

 

El Molino

Comenzamos nuestra ruta en la calle Vilà i Vilà 99 en el archifamoso Molino. Pocos saben que la andadura de este local se inicia en 1898, cuando el propietario de una tasca llamada “La pajarera” traspasa el negocio a un inmigrante andaluz en busca de fortuna y éste le cambia el nombre por “La pajarera catalana”. En 1910 se derriba la construcción original y el arquitecto Manuel Joaquim Raspall levanta un nuevo edificio. Podría dedicarse una enciclopedia a los artistas que actuaron en El Molino, así que sólo mencionaré a Francisco Barnaba (1916-1981), más popularmente conocido como Johnson, del que el museo de cera de Barcelona conserva una estatua.

 

Cabaret de la Muerte

Si bien El Molino era una copia del Moulin Rouge de París, el Cabaret du Néant de la ciudad de las luces también tuvo su réplica en el número 72 de El Paralelo, en los bajos del tablao flamenco Cabaret Sevilla. El local de París se inauguró en 1892 y el de Barcelona mucho más tarde, en 1925. La versión barcelonesa debió de tener poco éxito, ya que cerró en cuestión de meses. Al finalizar el espectáculo se le servía a los espectadores un “veneno” y se suponía que todos pasaban a mejor vida. Por eso el cabaret se anunciaba pidiendo ofertas de ataúdes, afirmando que consumían entre 30.000 y 35.000 por semana.

 

Barcelona de Noche

El encargado de La Criolla José Márquez abrió el Barcelona de Noche en la calle de les Tàpies nº5 en 1936. Una localización idónea con vistas a imitar el espíritu del exitoso local que había regentado. Sin embargo, este cabaret tuvo que esperar hasta los años 70 para convertirse en un auténtico local de referencia donde actuarían Madame Arthur, Christine, Pierrot, Bibi Andersen, Ángel Pavlovsky, Dolly Van Doll, Mimí Pompón y también figuras menos conocidas como Loris Diamar, una imitadora de Sara Montiel con un parecido sorprendente a la artista manchega.

 

La Criolla y el Wu-Li-Chang

Situados a pocos metros el uno del otro en la calle Cid en el nº10 y el nº7 respectivamente, estos dos locales dejaron una marca inolvidable en la historia de la ciudad. En los días donde había mucho público los visitantes de ambos establecimientos se confundían y el dueño de ambos era el mismo, Antonio Sacristán. Por La Criolla pasaron Jacinto Benavente, Margarita Xirgu, Simone Weil, Jean Genet, Tórtola Valencia y un sinfín de celebridades más. Los actores Douglas Fairbanks (padre e hijo) visitaron el bar en 1934 y el padre quedó tan impresionado que exclamó “No he visto nunca en la vida algo parecido, ni en Shangai, ni en Puerto Said… ¡En ninguna parte!”. Pierre Mac Orlan declaraba que “La Criolla es la locura de la noche llevada hasta la exasperación”. De hecho la historia de este local resulta tan exótica, transgresora y alambicada que sólo puedo recomendar la lectura de “La Criolla, la puerta dorada del Barrio Chino” de Paco Villar. Del Wu-Li-Chang cabe destacar que tenía una decoración orientalista de Ricardo Opisso y que en él triunfaba el transformista Mirco.

 

Cúpula Venus

La Cúpula Venus fue una sala de espectáculos ubicada en el número 27 de las Ramblas (dentro mismo del Teatre Principal) que estuvo en activo entre 1978 y 1986. La Cúpula fue otro lugar de cruce entre las clases populares y la gauche divine que bajaba al local a divertirse. En aquella sala actuaron Joan Gimeno, Ángel Pavlovsky, Loles León, Pepe Rubianes, Pep Bou, Oriol Tramvia, Núria Feliu y… Christa Leem. Christa fue un personaje singular por diferentes motivos. En primer lugar era hija de Carmen Picot, La Wernoff, una vedette de la vieja escuela cuyos padres trabajaron a su vez en el Teatro Circo Barcelonés. Carmen también se encargaba de presentar los espectáculos de su hija en la Cúpula. Christa debutó haciendo de gogó y era tildada por sus compañeras de “moderna”. No resulta de extrañar que Joan Brossa conectase con ella y diseñase para la artista el famoso “Striptease català”. Christa Leem no representaba, sino que se subía al escenario y se mostraba tal como era.

 

La Bodega Bohemia

En la esquina de Lancaster con Nou de la Rambla se hallaba La Bodega Bohemia, en un edificio que fue derribado tras el cierre del cabaret en 1998. El origen de este local se remonta a los años veinte y durante mucho tiempo fue estrella del mismo El Gran Gilbert, que triunfó allí ya de mayor imitando a todo tipo de artistas de ambos sexos (Raquel Meller, Maurice Chevalier, la Mistinguett, etc.). El Gran Gilbert era el nombre artístico de Joan Massó Gilbert, nacido en Figueres y peluquero de profesión antes de dar el salto al mundo del espectáculo.

 


Texto de Quim Pujol para GRAF. Quim es poeta.

Esta ruta resume la visita guiada “Ladrillos y lentejuelas” que tuvo lugar el día 6 de febrero de 2021 como parte del programa de Residencias online/offline 2020-21 de BAR Project.