El filósofo Michael Marder explica que desde la modernidad el fuego se ha dividido en dos fuerzas: la luz y el calor. Asegura que la Ilustración separó simbólicamente la luz fría de la razón -que sólo brilla, pero no quema- y el calor sin luz: la encarnación del mal, el terrorismo, aquello insensato, absurdo o gratuito. Sin embargo, sostiene que el fuego supone una unidad que engloba y trasciende esta dualidad intrínseca: un acontecimiento donde teoría y práctica convergen.
A pesar de que Los Chunguitos se empeñan en recordarnos aquel aforismo que dice que Quien juega con fuego, con fuego se quema, durante esta conferencia performativa el ponente se esforzará por demostrar que quien juega con fuego no sólo se quema sino que también brilla. Para hacerlo alterará el rol de conferenciante con el de faquir contemporáneo: se tratarán estos temas y otras digresiones y se ensayarán diferentes maneras de llevar el fuego a escena.
