Julio 2021
Territori contemporani 5/5
por Anna Dot

De Folgueroles a Savassona. Una ruta aérea.

No sé si tienes alas, pero hay quién cree que algún día todas tendremos y una parte de nosotras abandonará nuestro cuerpo y verá el suelo al qué estamos imantadas desde las alturas. No sé si tienes alas, pero quizás te puedes imaginar que te salen y que levantas el vuelo y que miras arriba, porque este moratón es profundo y brutal. Después, algo más tarde, quizás superas el vértigo y miras abajo. Si ya estás, si ya vuelas, esta ruta es para ti y empieza aquí: al cielo.

El punto de inicio es Folgueroles, cerca de la Font Trobada. La lluvia de ayer ha llenado el torrente al cual Perejaume enseñó a escribir un nombre, que esta tierra ya hace años que conoce: «Verdaguer». Entre las hojas de los árboles y el rumor del agua se escuchan, todavía, algunos fragmentos de las obras completas del padre y poeta que unas cuántas decenas de personas pronunciaron simultáneamente por los rincones del pueblo en el 2002.

Se está poniendo el sol, que cae por la banda del Pedraforca, y te diriges agitando las alas fuerte hasta Torelló, donde te paras. Haces noche en el camino de la Bardissa, que bordea el río Ter cuando está a punto de encontrarse con el Ges, entre algunos martínes pescadores, cuervos de río, patos y una garza real inmóvil. Podrías decir que la escena es bastante silenciosa, si no fuera por la fuerza con que baja el Ter, que aquí es muy ancho, y por las voces y los pasos de unas mujeres fantasmales que cantan mientras se encaminan a la fábrica textil. Son espectros de los años cincuenta. Entre los árboles hay, también, un grupo de gente dirigido por las chicas de la compañía Anònima, que han seguido a estas mujeres y se han aprendido sus recorridos de sororidad antigua para recordárnosla hoy.

(«inVISIBLES», Cia. Anònima. Foto: Jordi Casas)

Los pájaros ya hace rato que cantan cuando el primer rayo de sol consigue abrirse entre la niebla. Te elevas y, cuando superas las nubes bajas y densas, ves el perfil de todas las montañas que limitan Osona. Enfocas el Montseny y el alargado Pla de la Calma. A tu altura, pero hacia el sur, ves unos globos aerostáticos que salen de Vic. Te diriges hacia allí y aprovechas para disfrutar del paisaje lunar que hay al pie de la ermita de Sant Roc, en Gurb. Algunos lo llaman pies de elefante, otros más técnicos lo denominan cárcavas, pero todos se refieren al tipo de cañones de marga quebradiza que caracteriza el paisaje de esta comarca.

Fans de la Pilarín Bayés hacen fotos a los dibujos que la ilustradora vicense hizo a las paredes del interior de la capilla.

(Imagen de Jep Boix – extraída de Wikiloc)

Vas a hacer el vermut a la primera planta del edificio modernista que se encuentra en la esquina de Rambla Hospital con Calle Verdaguer, tocando con la plaza Mayor de Vic. Es el Casino, donde celebran el 25º aniversario de la sala de exposiciones de este lugar. Buscas efectos ópticos en el alicatado blanco y negro del suelo de este pasillo por el cual han pasado tantos artistas locales y de fuera. Te entretienes escuchando una conversación en que un arquitecto afirma que una parte de esta casa está construida sobre una montaña; la otra, la sustentan unas vigas de madera de dudosa fiabilidad. Suerte que tú vuelas y te despistas hablando con artistas locales que son también excursionistas y que te recomiendan pasar por ACVic. Visitas las exposiciones y pasas el rato disfrutando de los libros para niños que hay en el espacio del escaparate de este centro de arte contemporáneo. Al cabo de un rato, levantas la cabecita y ves un verde lejano que te llama.

(Sant Jordi de Puigseslloses, Vic. Imagen: Josep Maria Viñolas Esteva)

Ya afuera de Vic, otra vez entras en el municipio de Folgueroles, sobrevolando la capilla de San Jorge de Puigseslloses donde por primera vez cantó misa Verdaguer, en 1870. Te das cuenta de que su fantasma vuelve, solo de entrar otra vez en esta localidad. Más atraída por las señales paganas de ritos espirituales en esta zona, te fijas en el dolmen que hay delante de la capilla y, sigues volando. Sales de la villa verdagueriana, pasas por encima de Tavèrnoles y la carretera de Casserres te lleva a Savassona. Te adentras en el bosque húmedo y te pierdes entre las piedras enormes y milenarias en los petroglifos, de las cuales lees leyendas de sacrificios prehistóricos y encuentros de brujas.

(Pedra del Sacrifici, espacio natural de Savassona. Tavèrnoles. Imagen: Alberto G. Roví)

Cada vez es más oscuro y decides subir hasta la ermita de Sant Feliuet, que corona esta zona tan mágica. Diriges la vista al sol, que se va a poniente y quizás, solo si el aire es muy claro y te fijas bastante, te llegará el último rayo del día, el rayo verde.

Ruta Graf por Barcelona de Anna Dot, artista.

Este texto forma parte del conjunto de rutas dirigidas por Frederic Montornés. Con la intención de salir de Barcelona ciudad y dar a conocer otros proyectos de rutas, GRAF invita a Frederic Montornés a hacer una primera Ruta introductoria al repositorio de Territori Contemporani –un programa de televisión para descubrir los espacios de difusión y producción de arte contemporáneo en las comarcas de Cataluña, a través de las artistas y agentes culturales implicadas– y del mismo modo, a dirigir cuatro Rutas GRAF por las cuatro provincias de Cataluña de la mano de artistas vinculadas a estos territorios.